RUSALKA, ópera de Antonín Dvořák

DvorakRusalka es el título de una obra operística que compuso  el compositor checo Antonín Dvořák. Seguro que os acordais de este autor si os recuerdo por ejemplo  esta música de  la Sinfonía nº 9 del «Nuevo Mundo» o la de «Serenata para cuerdas» , preciosas melodias que te trasponen a un mundo de ensueño.

.@ramongener en su programa de La 2 de  RTVE  #This is opera realiza un extraordinaria exposición de esta obra de Dvorak con su estilo tan personal y lleno de imaginación con lo que consigue introducir este género musical a todo el mundo. En este video que te dejo el último programa que va sobre esta ópera  y que no tienes que dejar de ver.

 

#ThisisOpera

Rusalka es otra aventura musical en la que la poesía de su ópera proviene de la mitología eslava, donde Rusalka es un espíritu del agua que vive en lagos o ríos.

El argumento de esta ópera está basada en una fábula popular de la región checa de Moravia. Rusalka, la ondina de los lagos, le pide a una bruja que la transforme en mujer para entregarse al amor de un joven príncipe. El poder de la bruja es relativo y la ninfa se convierte en una princesa muda. Se trata de una obra de fantasía, en la cual el elemento dramático apenas existe, centrando la acción en su contenido poético y simbólico.

En el primer acto, tres ninfas acuáticas bailan felices hasta la llegada de su padre, un espíritu de las aguas que se pone a jugar con ellas. En ese momento, Rusalka, la cuarta hermana, se despierta y confía a su padre que se ha enamorado de un Príncipe humano joven que suele cazar alrededor del lago, y ella desea convertirse en humana para poder abrazarlo. El padre, tras advertirle que si hace eso perderá la inmortalidad y viendo que está decidida, le dice que vaya a hablar con la bruja Jezibaba. Rusalka canta su Canción de la Luna, pidiéndole que le cuente al Príncipe su amor. Jezibaba le dice a Rusalka que si se convierte en humana y es traicionada por el príncipe, tanto ella como el príncipe serán malditos por toda la eternidad, y que Rusalka perderá su voz cuando sea humana. Rusalka, que sólo piensa en el amor, acepta y Jezibaba le da un bebedizo. Llega el príncipe, cazando una cierva blanca, y le pregunta si es ninfa o humana. Rusalka lo abraza y se la lleva al palacio. Su padre y hermanas se lamentan.

En el segundo acto, desarrollado en el jardín del palacio del príncipe, se hacen los preparativos para la boda entre Rusalka y el príncipe se llevan a cabo. Un guardabosques y su sobrino, el pinche de cocina, señalan que el príncipe se va a casar con una novia muda y anónima, sospechas de brujería y dudan de que el matrimonio dure, puesto que el príncipe ya está prestando atención a una Princesa extranjera invitada a la boda. La Princesa extranjera, celosa, maldice a la pareja. El príncipe rechaza a Rusalka.

Sigue un ballet, tras el cual el padre de Rusalka entra en escena. Encuentra a su hija desesperada y le pregunta si es esa la felicidad que buscaba entre los humanos. Rusalka, que sí puede hablar con su padre, le pide ayuda. El duende del agua se lleva a Rusalka de vuelta a la laguna. Para concluir el acto, el príncipe y la princesa extranjera entran de nuevo en escena. El príncipe le declara su amor a la princesa, ésta le dice al príncipe que ya no lo quiere y que siga a Rusalka al infierno.

En el tercer y último acto, en un prado al borde del lagoRusalka está desesperada, puesto que no es ninfa ni humana, su única tarea será conducir a los hombres a la muerte. Pide a la bruja Jezibaba que la ayude y ésta sugiere que mate, con la daga que le entrega, al hombre que la llevó a la perdición, pero Rusalka se niega, lanzando la daga al lago. Rusalka se convierte en una bludička, un espíritu de muerte que vive en las profundidades del lago, emergiendo sólo para atraer a los humanos a la muerte.

El guardabosques y el pinche de cocina bajan al fondo del lago para pedir a la bruja que los ayude, puesto que el príncipe está desolado desde que Rusalka lo abandonó

El espíritu del agua aparece en escena y los criados huyen aterrorizados y culpa al príncipe de la traición sufrida por su hija Rusalka. Las duendecillas del bosque lamentan la petición de Rusalka. El príncipe, siguiendo a su cierva blanca, llega al lago, y siente a Rusalka y la llama. Le pide que lo bese, incluso sabiendo que este beso significa la muerte y la perdición. Se besan y el príncipe muere dichoso. Y el espíritu del agua comenta que «Todos los sacrificios son fútiles». Rusalka agradece al príncipe que le permitiera experimentar el amor humano, encomienda su alma a Dios y regresa a su lugar en las profundidades del lago como un demonio de la muerte.

Que disfrutes como yo lo he hecho y te transportes en las notas de Dvorak a través de un mundo de poesía y ensueño. Te dejo el vídeo de la ópera..

 

 

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